Con motivo de la celebración de la Fiesta de la Presentación de María en el Templo, Niña María, queremos informaros sobre el significado de la misma.
El origen hay que buscarlo en el escrito apócrifo llamado “Protoevangelio de Santiago”, según el cual, “María fue conducida por sus ancianos padres San Joaquín y Santa Ana al templo de Jerusalén para que quedase consagrada al Señor, recibiendo una educación cuidadosa y esmerada en cuanto los tiempos alcanzaban”.
Según la tradición, en el momento de la ofrenda, María no solo fue conducida por sus padres, sino que también fue acompañada por familiares, gente del pueblo y otros niños (en aquel tiempo niñas “doncellas”) representados en la actualidad por los alumnos vestidos de hebreos. María lleva en sus manos la ofrenda que presentaban “los pobres”: dos tórtolas o pichones. La presencia de Dios acogiendo la ofrenda de María Niña, está representada en los Ángeles, que en el Antiguo testamento son “mensajeros” (“presencia visible de Dios ante los hombres”).
Con toda esta simbología se quiere resaltar cómo María, elegida por Dios para ser la madre de Jesús, fue consagrada ya desde su infancia y, por lo tanto, su Presentación en el Templo fue un acontecimiento especial.
Actualmente, seguimos celebrando y representando simbólicamente la entrada de María en el Templo con el profundo sentido que ello conlleva: la ofrenda y la consagración de la vida a Dios.
En el momento de la entrada simbólica de María en el Templo se invita a todos los alumnos a hacer, como Ella, la ofrenda de su vida a Dios.
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