El día 28 de Diciembre la Iglesia Católica conmemora el asesinato de los varones de Belén (Los Santos Inocentes) por orden del rey Herodes, en un vano intento de matar al Niño Jesús.
Desde la Edad Media, monaguillos y sacristanes recordaban con humor este luctuoso suceso y la tradición bromista se ha extendido y ha seguido hasta la fecha.
Antiguamente los pasteleros hacían tartas saladas, se clavaban en el suelo monedas, etc. Lo más usual es recortar un monigote de papel y pegarlo en la espalda de un transeúnte, que lo lleva sin enterarse, con el general regocijo (inocente, inocente,...). Algunos pesados tiran petardos o hacen bromas de mal gusto.
En la TV o los periódicos aparecen noticias falsas (un ovni aterriza en el Palacio Real, el jefe del gobierno se fuga con la hija del jefe de la oposición, se ha descubierto un nuevo planeta, los coches de matrícula acabada en 7 deben presentarse en la Jefatura de Tráfico, etc, etc), algunas firmadas por Inocencio Santos.
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