Para el blog de tallita no hay nada que inaugurar, ni que celebrar con un ágape. Hemos empezado el curso con graves recortes, que la administración prefiere llamar "ajustes". Las ratios más altas de los últimos años, más grupos mezclas,... y en definitiva el empeoramiento de la calidad educativa de la escuela pública.
A esto hay que añadir un inicio de curso en obras, sí amigos el cole donde actualmente doy clases C.E.I.P. Padre Collado, se encuentra sin acabar. Los alumnos van apurando sus últimos días de vacaciones, pero ellos no saben que este tiempo se verá alargado, pues sus clases no están terminadas. Las reformas que se esperaban por terminadas a finales de agosto, a día de hoy queda mucho por hacer.
Creo que es injusto que siempre sean los más débiles los más perjudicados, y no hablemos de los alumnos con necesidades educativas especiales. Es para llorar, el abandono que estas sufriendo estos por partes de las administraciones.
Y que decir de nuestra área de religión... también los recortes están haciendo mella. Gracias a Dios que a nosotros, los profesores de religión, nos mueve otra fuerza, la fuerza del Señor, pues sin esta no podríamos enfrentarnos a la dura batalla. Seguro que en nuestros principios no habrá crisis de ideas, de ilusión, de proyectos, de esfuerzo, de trabajo, de participación…
A esto hay que añadir un inicio de curso en obras, sí amigos el cole donde actualmente doy clases C.E.I.P. Padre Collado, se encuentra sin acabar. Los alumnos van apurando sus últimos días de vacaciones, pero ellos no saben que este tiempo se verá alargado, pues sus clases no están terminadas. Las reformas que se esperaban por terminadas a finales de agosto, a día de hoy queda mucho por hacer.
Creo que es injusto que siempre sean los más débiles los más perjudicados, y no hablemos de los alumnos con necesidades educativas especiales. Es para llorar, el abandono que estas sufriendo estos por partes de las administraciones.
Y que decir de nuestra área de religión... también los recortes están haciendo mella. Gracias a Dios que a nosotros, los profesores de religión, nos mueve otra fuerza, la fuerza del Señor, pues sin esta no podríamos enfrentarnos a la dura batalla. Seguro que en nuestros principios no habrá crisis de ideas, de ilusión, de proyectos, de esfuerzo, de trabajo, de participación…
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