Tema:La resurrección
Objeto: Un vaso de zumo a medio llenar
Escritura: "Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del supulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto" Juan 20,2
Como pueden ver tengo un vaso con un poco de zumo en él. Hay dos formas de ver este vaso de zumo. Algunas personas mirarían el vaso y dirían que esta medio vacío. Otras, al mirarlo, dirían que está medio lleno. (Tómese todo el zumo del vaso).
Bueno, resolvimos ese problema, ¿verdad? Ahora todo el que vea el vaso dirá que está vacío, pero, ¿saben qué?. No todos mirarán el vaso de la misma manera. Algunos mirarán al vaso y se quejarán y se molestarán porque está vacío. Otros mirarán el vaso y verán en él una recipiente listo para ser llenado de cosas buenas para tomar. Verdaderamente siempre hay maneras distintas de ver una situación.
En la mañana del domingo, después que Jesús fue crucificado, una mujer llamada María fué a visitar la tumba donde se había puesto el cuerpo de Jesús. Cuando llegó allí se encontró que la piedra que cubría la tumba había sido removida. Ella corrió a buscar a alguien para contarle lo que había visto. Encontró a dos de los discípulos, Pedro y Juan, y les dijo, "Ellos han sacado a nuestro Señor de la tumba y no sabemos dónde lo han puesto".
Los tres corrieron inmediatamente hacia la tumba. Al llegar todos vieron la misma cosa, pero no todos lo vieron de la misma manera.
Pedro miró y fué curioso. La Biblia nos dice que Pedro fué a la tumba vacía y miró alrededor. Vió lienzos, (pedazos de tela) puestos allí y la ropa que Jesús tenía puesta al enterrarlo doblada (o enrollada) en el lugar en el que había sido puesto Jesús. "Hmmm, muy interesante", Pedro pudo haberse dicho a sí mismo.
María miró y se entristeció. La Biblia nos dice que María ni siquiera entró a la tumba vacía. Ella sólo estuvo fuera de la tumba y lloró porque tenía temor de que alguien se hubiese robado el cuerpo de Jesús.
Juan miró y creyó. La Biblia dice que Juan entró a la tumba y que vió y creyó. No sé exactamente cuánto Juan entendió, pero creo que él creyó que Jesús había resucitado de la tumba como había dicho que haría.
Tres personas -- todas vieron lo mismo, una tuvo curiosidad, otra sintió tristeza y otra creyó. Creo que esta es la forma en que algunas personas reaccionan a la historia de Jesús en el día de hoy. Algunas escuchan la historia y están curiosas, otras la oyen y piensan que es triste y otras la escuchan y creen. ¿Cómo la ves tú?.
Querido Señor, miramos hoy a una tumba vacía. Ayúdanos a ver y creer que Jesús ha resucitado como dijo que haría. Amén.
Objeto: Un vaso de zumo a medio llenar
Escritura: "Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del supulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto" Juan 20,2
Como pueden ver tengo un vaso con un poco de zumo en él. Hay dos formas de ver este vaso de zumo. Algunas personas mirarían el vaso y dirían que esta medio vacío. Otras, al mirarlo, dirían que está medio lleno. (Tómese todo el zumo del vaso).
Bueno, resolvimos ese problema, ¿verdad? Ahora todo el que vea el vaso dirá que está vacío, pero, ¿saben qué?. No todos mirarán el vaso de la misma manera. Algunos mirarán al vaso y se quejarán y se molestarán porque está vacío. Otros mirarán el vaso y verán en él una recipiente listo para ser llenado de cosas buenas para tomar. Verdaderamente siempre hay maneras distintas de ver una situación.
En la mañana del domingo, después que Jesús fue crucificado, una mujer llamada María fué a visitar la tumba donde se había puesto el cuerpo de Jesús. Cuando llegó allí se encontró que la piedra que cubría la tumba había sido removida. Ella corrió a buscar a alguien para contarle lo que había visto. Encontró a dos de los discípulos, Pedro y Juan, y les dijo, "Ellos han sacado a nuestro Señor de la tumba y no sabemos dónde lo han puesto".
Los tres corrieron inmediatamente hacia la tumba. Al llegar todos vieron la misma cosa, pero no todos lo vieron de la misma manera.
Pedro miró y fué curioso. La Biblia nos dice que Pedro fué a la tumba vacía y miró alrededor. Vió lienzos, (pedazos de tela) puestos allí y la ropa que Jesús tenía puesta al enterrarlo doblada (o enrollada) en el lugar en el que había sido puesto Jesús. "Hmmm, muy interesante", Pedro pudo haberse dicho a sí mismo.
María miró y se entristeció. La Biblia nos dice que María ni siquiera entró a la tumba vacía. Ella sólo estuvo fuera de la tumba y lloró porque tenía temor de que alguien se hubiese robado el cuerpo de Jesús.
Juan miró y creyó. La Biblia dice que Juan entró a la tumba y que vió y creyó. No sé exactamente cuánto Juan entendió, pero creo que él creyó que Jesús había resucitado de la tumba como había dicho que haría.
Tres personas -- todas vieron lo mismo, una tuvo curiosidad, otra sintió tristeza y otra creyó. Creo que esta es la forma en que algunas personas reaccionan a la historia de Jesús en el día de hoy. Algunas escuchan la historia y están curiosas, otras la oyen y piensan que es triste y otras la escuchan y creen. ¿Cómo la ves tú?.
Querido Señor, miramos hoy a una tumba vacía. Ayúdanos a ver y creer que Jesús ha resucitado como dijo que haría. Amén.
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